FALTAN POCOS DÍAS PARA QUE QUEDE TERMINADO EL SEGUNDO Y ÚLTIMO TOMO DE "EXCURSIONISTAS Y YO", que también se podrá leer y descargar en forma gratuita. Entretanto, uno por uno, un repaso de los capítulos del Tomo I.
Excursio...
Pocas incorporaciones realizó la CD luego del duro golpe que el club debió asimilar en el torneo concluido en abril. Los refuerzos fueron Fortunato (Argentino de Quilmes), Grecco (San Telmo), Lettieri (Luján), Carlos Rodríguez (Arsenal), Horvath (Almagro) y dos arqueros: Tévez (Liniers) y Peralta Luna, de gran tarea en el Excursio del ‘83, con último paso por Colegiales.
Esta decisión obedecía a una reducción en el oneroso presupuesto de la temporada precedente. Entre otros, se alejaron Alderete, Cufone, De Ángelis, Cortés, Elguezábal, Mangieri, Galbán, Seria y Fonseca Gómes. La CD retuvo unos pocos futbolistas de experiencia, como Maidana, Caligiuri, Bustingorria y Ricardo Pérez. Sin embargo, a meses del inicio, las dificultades económicas hicieron que el plantel siguiera reduciéndose, en parte, por la ida de los dos últimos jugadores mencionados.
En consecuencia, con la promoción de unos cuantos chicos que aguardaban turno para tener rodaje más arriba, Guillermo Tuya -confirmado en su cargo- comenzó robustecer al plantel superior. ¿Apellidos? el arquero Sanmartino, Sáenz, Bernera, Chazarreta, Contreras, Cuitiño, Hernán Fernández, Gorsd, Lazarte, Malamut, Merga, Cenderelli, Pablo Silva y Szeszurak.
Cabe resaltar que luego de varios años, se produjo un cambio de timón en la dirigencia. Antonio Gorsd dejó de ser el presidente, llegando a la conducción una renovada lista que encabezó el concejal justicialista Raúl Padró. Meses después, Padró daría un paso al costado y Rogelio Pita asumiría la presidencia.
A propósito de refuerzos, así como a mediados de 1990 la incorporación de Fonseca Gómes había sido la más fulgurante, en este 1991, el regreso de Horvath, tras su fructífera etapa en Almagro, fue la que mayores expectativas generó. El Beto contaba a su favor con el cariño que la gente le tenía por haber salido de las inferiores, y un talento que todavía permanecía en la memoria de aquellos hinchas que lo habíamos visto deslumbrar ocho años atrás, justo antes de su ida a la entidad de José Ingenieros. En este regreso, más limitado físicamente y jugando más retrasado, igual terminó como máximo goleador del equipo, con 14 gritos, seis de ellos, de penal.
El arranque de Excursionistas fue excelente. Ganó cinco de sus primeros seis partidos y el restante -ante Defensores en el Bajo Belgrano- lo empató. Gracias a este puntaje, al cabo del triunfo por 2 a 0 ante Lugano en Tapiales, se colocó en el primer puesto de la tabla, hecho que no sucedía desde 1985.
La fecha siguiente cayó 1 a 0 con Dock Sud como local, derrota que lo apartó de una punta a la que nunca más pudo acceder. En cambio, su vencedor, Argentino de Quilmes y Defensores -el futuro campeón-, pasarían a ser animadores en la lucha por el ascenso directo. Tras aquella caída el equipo volvió a perder con Comunicaciones (1-3 en Agronomía) y si bien su declive no alcanzó niveles preocupantes, la campaña sólo dio para conseguir una cómoda clasificación, de la cual fue partícipe la camada de pibes que paulatinamente fue abasteciendo a la primera. Durante el receso veraniego, Pablo Centrone había relevado al renunciante Guillermo Tuya, que así se despedía de una larga trayectoria como entrenador del Verde. En sus tres etapas, lo dirigió 113 partidos (45 triunfos, 37 empates y 31 derrotas).
En los cuartos de final octogonal, por segunda vez consecutiva, Colegiales volvió a ser verdugo de Excursionistas, que ganó 1 a 0 el cotejo de ida pero cayó 2 a 0 en Munro.
Al Tricolor lo eliminó en las semifinales Dock Sud, que posteriormente hizo lo propio con San Telmo, ascendiendo a la B Metropolitana.
Y yo...
El verano del ‘91 me decidí por una carrera. Pese a haber dado algunas materias del CBC, descarté la opción de Veterinaria y aparte de seguir con los estudios por la tarde-noche, procuré esforzarme para conseguir algún trabajo en el rubro periodístico. Ya estaba convencido de que era esto lo que realmente me gustaba. Así logré ingresar a la revista Racing y, más o menos por la misma época -primer semestre del año- algo similar ocurrió con Sólo Fútbol.
Después de haber confeccionado minuciosos informes estadísticos de Boca y River de la década del ‘80, fui a presentarlos en la redacción de la revista en Caballito, con la meta de despertar el interés de quien me atendiera y sumar méritos para ingresar como colaborador. Dicho de esta manera, parece fácil, pero lo cierto es que mi timidez era un obstáculo extra que debía vencer, máxime porque no conocía a ningún directivo ni periodista estable de la revista, cosa que a lo mejor me hubiera allanado el camino.
A mi favor, jugaba la convicción de ir hacia adelante de todos modos, y no dejar que el miedo a exponerme me paralizara.
Desafiando los temores -como también lo había hecho con mis intentos en los medios citados en el capítulo anterior-, me apersoné en Sólo Fútbol. Primero me recibió Ariel Longueira, un joven directivo.Estaba apurado y apenas empecé a mostrarle el trabajo, me derivó al redactor Alejandro Martínez, que me atendió muy cordialmente.
No recuerdo detalles de lo que ocurrió en el medio, pero lo que sí tengo grabado en la memoria, es que al poco tiempo (30 de marzo de 1991) estaba cubriendo mi primer partido: Comunicaciones 3-Argentino de Quilmes 2, por el mismo torneo de la C que jugaba Excursionistas. Una semana más tarde, me asignaron el encuentro... ¡Excursionistas-Dock Sud! En la revista, nadie sabía aún que yo simpatizaba por los Villeros.
Estos dos encuentros, eran con carácter de prueba. La revista envió además a su cronista convencional, cuya cobertura era la que salió publicada. Claro que nada de eso me importó, creo que la alegría que sentía por esos días, se equiparaba a la que hubiera tenido si lo que me mandaban a ver era la final de un Mundial. Aquel partido con el Docke terminó 3 a 3. Por primera vez en mi vida, emocionado, vi el partido desde el palco de prensa. En la cabina de al lado -la de voz del estadio- estaba Daniel «Lamparita» Fuselli, visiblemente irritado por la actuación del árbitro Luis Rodríguez, que le concedió dos penales al visitante (convertidos por el ex Excursio Segundo Herrera) y expulsó al Loco Seria, al volante Chazarreta y a Romero, del elenco rival.
Por mi parte, en una antigua máquina de escribir y procurando no perder objetividad, hice la síntesis del partido y la llevé a la redacción días más tarde, así como lo había hecho con Comu-Argentino.
Lo siguiente, fue recibir la noticia de que había pasado la prueba satisfactoriamente, y empezar a llamar semana tras semana, para ver cuándo empezaría a colaborar oficialmente. Esto recién ocurrió el 8 de junio de 1991, primera fecha de la temporada 1991/92. ¿El partido? Yupanqui 2-Fenix 1, por el campeonato de la Primera D, en la desaparecida cancha de Savio 80, ubicada en medio de las torres del complejo Lugano I y II. Sin dudas toda una aventura para un chico de 19 años, con todos sus sueños a cuestas.
Ese día empecé a conocer más personajes de nuestro humilde y entrañable ascenso. Por ejemplo, a los hermanos Tow, de Fénix, y al delegado del mismo club, Guillermo Campos, quien años después me guiaría por otros recovecos del más anónimo fútbol de la AFA. Si bien no entablamos ningún diálogo, conocí también al cronista de El Ascenso por Tres, Radio Colonia. Su nombre era Ariel Helueni y no demoraría en destacarse en medios de comunicación de mayor masividad.
A partir de aquel sábado inicié un recorrido por diversos estadios del ascenso: Victoriano Arenas, Ferrocarril Urquiza, San Martín de Burzaco, Acassuso. Asimismo, me tocó trabajar en otras canchas que ya conocía, como All Boys, San Telmo, Liniers, Colegiales y Defensores.
Me dolía cada vez que no podía estar en los partidos del Verde, pero ya había tomado la decisión de priorizar la profesión -que realmente me apasionaba- por encima de las simpatías deportivas. Igual, siempre esperaba que me asignaran un partido de Excursio, casualidad que se dio nada más una vez y amerita un comentario aparte. En una oportunidad, me tiré un lance: le solicité al secretario de redacción Daniel Mastroianni, si podía seguir la campaña del Verde. ¿La respuesta? Un NO rotundo.
Dentro de la dicha que significaba el haber empezado mi trayecto en los medios de prensa, la tristeza también me golpeó, a mí y a nuestra familia, ya que en noviembre de 1991, falleció mi querido opi Heinz. Los sábados en el hogar de mis abuelos maternos, ya no serían iguales, aunque guardo la satisfacción de que al menos llegó a ser testigo de mis pasos iniciales en este hermoso camino.
Un dato de color
Guillermo Szeszurak debutó esta temporada en la primera de Excursionistas. Miembro de la camada de jóvenes promovidos al plantel superior, disputó siete partidos, no hizo goles y lo expulsaron una vez, ante Brown de Adrogué, en el que fue su tercer partido en primera. Su estreno lo tuvo el 2 de noviembre del ‘91, en la cancha de Victoriano Arenas. El Verde empató 2 a 2 frente al local. El Búfalo, que el 16 de octubre acababa de cumplir 20 años, no imaginó, seguramente, todo lo que le esperaba como jugador y técnico de Excursionistas. Sus siete partidos de este campeonato, los jugó ingresando como refresco.
En la primera fecha del la temporada siguiente, contra San Telmo, en el Bajo, fue por primera vez titular y señaló su primer gol. El partido salió 1 a 1. Terminaría utilizando la casaca albiverde en 171 cotejos oficiales, con 45 goles y 3 expulsiones.
Su temporada más eficaz fue la 1998/99, con 31 presencias y 13 goles. Pero la 1993/94, cuando estuvo presente en 29 partidos y señaló 10 conquistas, fue la de mayor regocijo general, consecuencia del ascenso a la B. Szeszurak, paradójicamente, no pudo estar en la final del octogonal con Liniers, por hallarse suspendido al haber acumulado cuatro amarillas.
Tuvo tres períodos como futbolista del club. El primero finalizó en en 1995/96. Jugó luego en Los Andes (Nacional B) y el Felgueras de Portugal. Regresó para el torneo ‘98/99 y volvió a irse, actuando en Laferrere una temporada, casualmente, la 2000/01, donde los de La Matanza eliminaron a Excursio en la semifinal del reducido. Guillermo, protagonizando la Ley del Ex, le metió un gol a Ramón Núñez en la fecha 29 (empataron 2 a 2 en Laferrere).
A continuación estuvo dos años en Acassuso, regresando otra vez a Pampa y Miñones, en 2003/2004. Su última participación fue el 20 de marzo de 2004. El Verde cayó en el Bajo 3-0 con Villa Dálmine.
Retirado de la práctica, dirigió a Atlas, Argentino de Quilmes y Riestra, logrando el ascenso de la D a la C con los últimos dos clubes. El 21 de mayo de 2015, llegó su turno de ponerse el buzo de Excursio, en reemplazo de Fabián Frías, que había sido su compañero como jugador en el ascenso de 1994.
Guillermo terminó de dirigir la temporada 2015 y se quedó para la 2016, la más feliz en muchísimo tiempo para los albiverdes, gracias al camino triunfal que terminó en vuelta olímpica. Confirmado para 2016/2017, la campaña no lo acompañó en la B. El Búfalo renunció en la fecha 28 (derrota 0-5 en Morón) y el equipo descendió algunas semanas después.
Pero habría revancha: el 9 de diciembre de 2019 asumió nuevamente la conducción del equipo. Ese día San Martín venció 2 a 0 a Excursio en Burzaco. A continuación comenzó la mejoría, pero el campeonato quedó interrumpido para el Verde el lunes 16 de marzo de 2020, por la pandemia de Covid-19. El último encuentro, fue una victoria 3 a 1 con Alem, en Pampa y Miñones.
El Búfalo totalizó como técnico, 80 partidos, con 32 triunfos, 22 empates y 26 caídas.
Y una anécdota personal
Dentro de lo contento que estaba por comenzar a transitar el camino que tanto busqué, si algo lamentaba era el hecho de que seguir a Excursionistas ya no estaba bajo mi control. Ahora, dependía de las designaciones que me asignaban en Sólo Fútbol. Pude asistir, eso sí, a varios partidos en Pampa y Miñones y en calidad de visitante, cosa que sucedía si no me ordenaban otra cobertura o si ésta no coincidía en día con una presentación del Verde.
Una vez, no obstante, me dieron la noticia tan anhelada. ¡Cubriría a Excursionistas! El partido debía jugarse el 26 de octubre de 1991, y sería ante Colegiales, en el Bajo Belgrano. Ya había cubierto más de un cotejo de aquel campeonato de Primera C: Victoriano Arenas 0-Colegiales 0; Colegiales 0-Defensores 0; Defensores 2-Midland 0; San Telmo 0-Comunicaciones 1; Colegiales 2-Tristan Suárez 0...
Pero ese sábado sería, al fin, el gran día. Aunque lamentablemente para mí y para tanta gente, el encuentro nunca se jugó, por lo menos, aquella tarde. ¿Qué pasó? Un conflicto con la seccional de la zona hizo que Excursio-Cole quedara trunco. Lo insólito es que esto recién se supo un par de horas antes de la pitada inicial, pues los dirigentes del club aseguraban no haber sido notificados de la presunta suspensión de las instalaciones. Todos los protagonistas, por ende, acudieron al Bajo Belgrano. Los que jamás llegaron fueron los encargados del operativo policial: la inhabilitación estaba firme y de hecho, Excursionistas no volvió a ser local en su reducto hasta mediados de diciembre, ejerciendo la localía en All Boys por tres jornadas, en una de las cuales recibió a Colegiales, empatando 0 a 0.
El 26 de octubre, mi trabajo pasó por tomar nota de lo acontecido y de las declaraciones del presidente Raúl Padró y del vice Rogelio Pita, que, desde luego, no fueron complacientes para con el accionar de las autoridades policiales. Mucho más temprano de lo usual, volví a mi casa, escribí la nota y me dirigí luego a la redacción del barrio de Caballito a entregar el informe, que casi sin modificaciones, salió publicado en el siguiente número del semanario.
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