EXCURSIONISTAS 1985

 FALTAN POCOS DÍAS PARA QUE QUEDE TERMINADO EL SEGUNDO Y ÚLTIMO TOMO DE "EXCURSIONISTAS Y YO", que también se podrá leer y descargar en forma gratuita. Entretanto, uno por uno, un repaso de los capítulos del Tomo I.  

Excursio...

Aires de importante renovación trajo la nueva temporada Como entrenador, asumió Eduardo Urbano, quien había hecho muy buena campaña en Colegiales y ya había trabajado en el club, con buenos resultados, en la década del Setenta. Junto con el técnico, firmaron varios jugadores de experiencia en la C y divisionales superiores. Entre ellos, los defensores Claudio Batalla (Colegiales), Alí y Di Rissio (Villa Dálmine), Locatelli (Ituzaingó), Moya (Defensa y Justicia), Panelo (volvió de Talleres); los volantes Sáa (Armenio), Pablo Quinteros (Ituzaingó),  Vergara (Colegiales), José «Nico» González (Argentino de Quilmes), Corral (Lamadrid); los delanteros Cabrera (Italiano), Acosta (San Lorenzo), Chiarella y Lorenzo Quinteros (Ituzaingó); y el arquero Quiroga (Chaco For Ever).
Del plantel del ‘84, apenas sobrevivieron los arqueros Esperante y Chiesa, Oscar Luna y los jugadores formados en el club. Como frutilla del postre, Excursionistas incorporó nada menos que a René Orlando Houseman, el campeón mundial que regresaba a la institución de la que era hincha, y donde sólo había jugado siendo un niño, en el baby fútbol.  
El Verde realizó una muy buena campaña pero no fue suficiente para darle alcance a Defensa y Justicia, el equipo que cuando saltó a la punta, prácticamente no la soltó más, consagrándose campeón.
Una gran victoria por 4 a 3 en cancha del Deportivo Merlo, por la decimosegunda fecha, elevó a los dirigidos por Urbano a lo más alto. Pero el próximo partido el Verde lo perdió con Comunicaciones de local, y resignando el liderazgo, nunca pudo recuperarlo. Sobre el cierre de la primera rueda estuvo cuatro partidos sin ganar y una derrota con Ituzaingó en los inicios de la segunda, determinó el alejamiento del técnico, reemplazado por la dupla Perfecto Rodríguez-Oscar Gómez.
Desde entonces, el equipo perdió únicamente con un Tristán Suárez de excelente campaña y terminó en el segundo puesto (compartido con Tristán y Armenio). En cuartos de final del octogonal se cruzó con Almagro, que salió octavo. Pese a llegar como favorito y tener la posibilidad de pasar de ronda con dos empates -y además jugando como local la revancha- Excursio perdió 2 a 1 en el Bajo, luego de haber igualado 0 a 0 en José Ingenieros. Para Almagro, jugaron Mazariche, Mezher y Horvath, autor de uno de los dos goles de su equipo.  
Los Tricolores llegaron hasta la final del octogonal, aunque  el ascenso a la B lo obtuvo el Deportivo Armenio, que así comenzó una escalada que lo condujo hasta la Primera A unos años más tarde.

Y yo...

En lo personal, el ‘85 fue un año de grandes cambios. A punto de cumplir 13 años, empecé la secundaria en el Liceo Nacional Nº 9 Santiago Derqui, del barrio de Belgrano. Por otra parte, sólo vi a Excursio seis veces en la temporada, tres de ellas, en marzo. Sucedió que desde fines de 1984, había comenzado a asistir los sábados a la tarde, a las reuniones de jóvenes de Benei Tikvá, la comunidad judía ubicada en Vidal entre Juramento y Echeverría, el sitio en el cual en mayo de 1985, también haría mi Bar Mitzvá. Esta tradicional ceremonia judía, consiste en leer por primera vez la Torá (o Torah), es decir, la revelación y enseñanza que el Pueblo de Israel recibió de parte de Dios.
Si bien yo afirmaba creer en Dios, a esa edad lejos estaba de ejercer una búsqueda con el afán de  interiorizarme en cuestiones que, recién mucho más adelante, sí vería como trascendentales. El Bar Mitzvá, entiendo que lo hice más por tradición familiar y porque era una costumbre muy arraigada entre los chicos que frecuentaba, que por convicciones propias, aunque por una u otra razón, deseaba hacerlo, al igual que muchos de mis compañeros.
A pesar de mi escasa asistencia a Pampa y Miñones, seguía al centímetro lo que acontecía en el torneo de la C. El 4 de mayo -la tarde en que el Verde empataba 1 a 1 en Ensenada, en tiempo de descuento- tuvo lugar la celebración de mi Bar Mitzvá en El Torreón, un salón de Echeverría y Freire, a metros de la estación Belgrano R. Hicimos esa fiesta en conjunto con mi amigo Fredy, que era justo un mes mayor que yo, y simpatizaba por Defensores de Belgrano. Esta circunstancia daba pie a largas y, a veces, no tan tranquilas charlas con Fredy, muchacho sensible y bondadoso, con el cual compartimos muchísimas horas  a lo largo de la infancia y la adolescencia.No siempre me porté bien con él, aunque ése, es un tema que abordo en otro capítulo.
A mediados de este año comencé a comprar la Sólo Fútbol, un espectacular semanario que traía las síntesis y los comentarios de todos los partidos de la fecha, desde la A hasta la D, pasando por los torneos del interior, los internacionales y las inferiores. La  revista salía los lunes a la noche y la mayoría de las veces, ese mismo día ya la tenía entre mis manos. Contenía un material estadístico revolucionario para la época, lo que hizo que, complementando su lectura con El Gráfico y el suplemento dominguero de Crónica -los compraba mi tío Andy-, me metiera más a fondo en el mundillo futbolero. ¿Cómo saberlo en ese momento? Pero sí, seis años más tarde, me transformaría en uno de sus cronistas y cubriría partidos de ascenso para Sólo Fútbol, cumpliendo lo que sin dudas, era un «sueño de pibe» para mis cortos 19 años.

Un dato de color

Pablo y Lorenzo Quinteros, jugaron este año para el Verde, procedentes de Ituzaingó. Se trata de uno de los pocos casos de dos hermanos que actuaron en Excursionistas simultáneamente.
Otro miembro del plantel, Ricardo Acosta, protagonizaría el mismo caso algo más de un año más tarde, cuando compartió equipo con su hermano menor Daniel.
Miguel Ronci, jugador de este plantel y de larga trayectoria en el club, también tuvo un hermano que utilizó la  casaca de Excursio: Ángel, surgido de Defensores, jugó en 1993 tres partidos con la albiverde, aunque después del retiro de Miguel.
Dos hermanos que actuaron simultáneamente son los Lazarte. Carlos Adrián, lateral izquierdo, actuó para Excursio entre la temporada 1989/90 y la ‘95/96. En sus dos últimos campeonatos compartió equipo con Rodolfo José, volante, su hermano mayor.
Por último, un caso emblemático: el de los Houseman. René, que sólo actuó contra Armenio en 1985, vio jugar a su hermano Carlos Walter veinte  años atrás, entre 1964 y 1966.     

Y una anécdota personal

Hugo Prado era el nombre de nuestro profesor de Educación Física, en el Liceo Nº 9, establecimiento de la calle Conesa al que concurrí entre primero y quinto año de la secundaria.
En los inicios del ciclo lectivo de 1985, Prado reunió a los nuevos alumnos, como suele hacerse en las presentaciones. Un chico de primer año, pero de otra división, de apellido Callegari, contó que jugaba al fútbol en Excursionistas. El profe le preguntó si estaba al tanto si Sayegh, un jugador de las inferiores del Verde, se había ido al Real Madrid. Callegari respondió que nada sabía y ahí terminó el diálogo. Cuando finalizó la clase me acerqué al profe para decirle que, efectivamente, el dato era verdadero. La información yo la conocía después de haberla leído, días antes, en la revista Aquí Excursio, el órgano partidario que sustituyó a La Voz de Belgrano. El protagonista de la noticia era el Pato Sayegh, puntero izquierdo que tras una prueba en la filial del Real, el Castilla, haría una larga carrera en el fútbol israelí.
El profe, hombre de grueso vozarrón, férrea disciplina y fuerte presión en la diestra cuando daba la mano, supo así de mi simpatía por el Verde, y me dio, a su vez, un par de datos que no me resultaron superficiales: él era hincha de Defensores de Belgrano y su padre, Juan, había sido jugador profesional de Platense.  
Ese descubrimiento mutuo, haría que el vínculo estudiante-profesor tuviera un condimento diferente. Recuerdo, al menos una ocasión, en la que en el contexto de una clase de gimnasia dada un sábado por la mañana, me preguntó: «¿Hoy va a ver a los cirujas?» (no tuteaba a los alumnos).Más allá del mote despectivo con el que mucha gente de Defe siguen identificando a la de Excursio, la pregunta había sido formulada con la mejor de las ondas.