Este es sólo uno de los 40 capítulos de "Excursionistas y yo". El libro completo podés leerlo y descargarlo gratuitamente con sólo clickear sobre la tapa, arriba y a la derecha de este blog.
Excursio...
Bajo la conducción de Néstor Rapa pero con la ida de unos cuantos jugadores, el Verde encaró una nueva temporada. Después de la eliminación ante Laferrere, entre otros, dejaron el club: Cerenza, Cufone, Daniel Martínez, Musitelli, Núñez, Peralta, Roldán y Santillán. Con la misión de no renunciar a la lucha por el ascenso, arribó al CAE otro importante grupo de incorporaciones: Baena (Estudiantes de Río Cuarto), Batalla (Atlético Rafaela), Bivona (J. J. Urquiza), Marascio y Christian Fernándes (Dock Sud), Carlos Eduardo González (Atlanta), Provitina (inferiores de Boca), Aranda (Atlanta) y los arqueros Dottori (Chicago) y Gaczynsky (Riestra).
El reglamento no varió en relación a la temporada anterior y Excursionistas empezó a toda orquesta. El nivel de las adquisiciones y un 3-0 como local ante Berazategui, hizo que las ilusiones se renovaran. Pero ya en la segunda fecha, a muchos se les borró la sonrisa tras la derrota por 2 a 1 en cancha de Riestra. El Apertura finalmente sería ganado por Argentino de Merlo. El Verde quedó once puntos por debajo, ocupando el sexto puesto.
La nota destacada del torneo inicial fue el cierre del ciclo Rapa, luego de la caída en la decimotercera fecha, por 2 a 1 en Merlo, frente al futuro campeón. Hasta ese momento, NR.DT había dirigido al CAE 68 partidos, con 36 victorias, 21 empates y 11 derrotas. Lo suplantó Maximiliano Cincunegui, que trabajaba en las divisiones menores.
El nuevo entrenador tampoco consiguió enderezar el rumbo. Sólo dirigió nueve encuentros y regresó a las inferiores, siendo relevado por Fabio Costas, que se quedó idéntica cantidad de partidos para ser sustituido por Hugo Iervasi, a falta de tres fechas para el cierre del campeonato. Iervasi sacó siete puntos sobre nueve en juego y logró clasificar al equipo para el reducido.
Excursio terminó el Clausura en el décimo lugar (puesto compartido con Luján), a 13 puntos del campeón, Laferrere. Gracias a la sumatoria en la tabla general, ocupó la séptima posición y quedó habilitado para enfrentarse a Colegiales -sexto en la tabla- en los cuartos de final. Pero los Tricolores volvieron a eliminar a Excursio en esa instancia, así como ya lo habían hecho en 1991, 1992 y 1999. Empataron 1 a 1 en el Bajo y Colegiales, se impuso 3 a 2 en Munro. A la final, llegaron Colegiales y Laferrere, equipo que ganó ambos partidos y se quedó con el único ascenso a la divisional B.
Al margen de lo futbolístico, sobre el cierre de esta temporada hubo cambios a nivel institucional. Camilo Scorpaniti renunció a la presidencia en abril de 2002, asumiendo el vice, Armando Mainoli. Y al final de la temporada 2001/2002, por no haberse cumplido las expectativas previstas, se rescindió en buenos términos el contrato con la gente ligada al Vilas Club.
Y yo...
La tremenda crisis que envolvió al país y terminó con el gobierno de De la Rúa, me encontró en mi rol de secretario administrativo del club. Si bien no había pocos problemas, ya que Excursionistas no era una isla y las dificultades monetarias se percibían en lo cotidiano, al menos en los tiempos iniciales, yo disfrutaba el hecho de trabajar en un sitio tan afín a mis sentimientos.
En uno de mis primeros días en el puesto, le pedí autorización a Federico Topet para correr por alrededor de la cancha cuando finalizara mi horario de trabajo. Ante la respuesta positiva y al pisar aquella noche invernal el césped de Pampa y Miñones, experimenté una alegría desbordante. Y a pesar de que podía haberme ido a mi casa, en más de una oportunidad me quedé a cenar los fideos que servía Javier "Pancy" Sayegh, quien por aquel período era el concesionario del buffet.
Allí mismo presencié las imágenes emitidas por televisión el triste 19/20 de diciembre de 2001, como así también, y por la misma época, las secuencias del campeonato conquistado por el Racing de "Mostaza" Merlo. En las fechas previas, cuando se vislumbraba la celebración racinguista, al mediodía el buffet tenía un cliente fiel, Miguel "Michi" Franceschini, cuyo vozarrón trasponía las fronteras del comedor, atravesaba el gimnasio y penetraba en la secretaría: "Vamo Acadeeeee…", cantaba Michi, imitando el estribillo entonado por la hinchada de su equipo.
En plena crisis se me ocurrió sacar otro libro: "92 historias en 92 años de historia". Era un recorrido por la vida de Excursionistas, narrado a través de anécdotas que contaban sus propios hinchas. Durante varios meses, tuve la posibilidad de entrevistar a numerosos simpatizantes albiverdes. Sin dudas, fue una experiencia enriquecedora, aunque a cuando escribo estas líneas, 18 años después, entiendo que no estuve acertado en poner el acento sobre algunos relatos cargados de violencia que publiqué, a pesar de que estos estaban maquillados por el denominado folclore y el amor por los colores.
El libro se presentó en el marco de los festejos por el 92º Aniversario, un mes y pico después de que por el gobierno nacional pasaran cinco presidentes en el lapso de unos días. Como dato tragicómico, recuerdo que cada ejemplar costaba diez pesos/patacones/lecops. Las tres alternativas monetarias eran válidas para hacer las compras en esa Argentina vapuleada por la crisis.
Un dato de color
El nutrido grupo de refuerzos para este campeonato, tuvo a Juan Darío Batalla como el jugador de jerarquía más alta, considerando que había llegado a la primera de Vélez a los 17 años. A los 22, el volante ofensivo firmaba para el CAE luego de haber pasado por su club de origen, Sarmiento de Junín (Primera B) y Rafaela (Nacional B). En todo el torneo, jugó 11 partidos, marcó tres goles, lo expulsaron dos veces y malogró dos penales.
Su carrera continuó en destinos locales y extranjeros, tan heterogéneos como Comodoro Rivadavia, Tres Arroyos, Chile, España, Indonesia y los más cercanos Defensores de Belgrano, Deportivo Merlo, San Telmo y Talleres de Escalada.
Por otra parte, como suele ocurrir, ante tanta incorporación de renombre, fueron los chicos del club los que terminaron acaparando aplausos del público. El caso más emblemático pudo haber sido el de Adán Ingenthrón, que llegó con edad de quinta división y ese mismo año (noviembre de 2001) debutó en la primera, siendo Maximiliano Cincunegui el técnico.
El Ruso jugó 12 partidos y señaló tres goles en 2001/2002. Con el tiempo, edificaría una larga trayectoria en el ascenso, habiendo pasado por Armenio, Acassuso y Fénix (los tres en Primera B) y Colegiales, CADU, Laferrere, Alem, Español, Argentino de Quilmes, San Telmo y Midland (todos en la C), donde se retiró, a los 33 años, del fútbol de AFA. En el Interior actuó en clubes de tres localidades bonaerenses: Pilar, Pehuajó y Henderson.
Además, mientras estuvo fichado para Excursionistas viajó a Francia para probarse en el Le Mans, de la segunda división (febrero 2002) y tuvo otra prueba en Ferro (junio 2003). En ambos casos, la transferencia no se concretó.
Al Verde lo enfrentó diez veces, actuando para Colegiales, CADU, Alem, Español, Argentino de Quilmes y San Telmo. Sus respectivos equipos ganaron dos, empataron dos y Excursio ganó los seis partidos restantes, casualmente, los primeros seis, en forma cronológica. El Ruso nunca le hizo un gol a Excursionistas.
Y una anécdota personal
El 12 de agosto de 2001, Excursionistas enfrentó a Luján, ciudad de la que se trajo una victoria por 1 a 0, con gol de Steinbach. Era la cuarta fecha del Apertura y hasta allí, los dirigidos por Néstor Rapa, habían ganado un partido, perdido otro y empatado el restante. Este triunfo fue el primer escalón de una serie de cuatro éxitos en fila, que llevó al equipo a una buena colocación, tras un comienzo irregular. Sin embargo, luego vendría otra racha negativa, en medio de la cual se terminaría la era Rapa.
El partido en Luján quedó en mi memoria, por haber participado en la transmisión radial de "Con Excursio a todas partes", en la función de vestuarista. Su creador y conductor, Leonardo Gentili, me hizo esta proposición minutos antes del comienzo del cotejo, debido a la ausencia de uno de sus colaboradores.
Por mi parte, no sólo no tuve inconvenientes en satisfacer su pedido, sino que resultó todo un desafío, y un auténtico placer cumplir esta labor. Al igual que todo el equipo, me ubiqué en la tribuna techada local, aunque bastante separados del grueso de los hinchas lujaneros. Desde ese sitio, con los auriculares puestos y el micrófono en mano, informé lo sucedido en la zona de los bancos de suplentes, di los cambios... En fin, todo lo relacionado al cronista que hace "campo de juego".
El clima en el sector de Luján se tornó espeso por el gol de Steinbach y el traspié de los dirigidos por Luis Nicosia (además el árbitro Zechillo expulsó a Brayotta, una de sus figuras). Por lo tanto, minutos después del epílogo, no resultó del todo cómoda la misión de poner al aire la palabra de los protagonistas en el área de los vestuarios, ubicados debajo de la tribuna techada. De todos modos, pude hacerlo correctamente, en el contexto del apuro que tenía la delegación de Excursionistas, de dirigirse hacia el micro estacionado en la puerta del estadio, y partir hacia el Bajo Belgrano. También viajé en este vehículo, al igual que el staff de la AM 650.
Unas fechas más tarde, desarrollé la misma tarea en Burzaco (Excursionistas cayó 1 a 0 con San Martín) y tuve la oportunidad de intervenir en varias emisiones durante el receso previo a la temporada 2002/2003, desde el estudio de la 650 ubicado en Vicente López. En esta emisora, también realicé mi propia audición, dedicada al futsal, gracias a la gestión inicial de Gentili, quien me puso en contacto con el dueño de la radio, Oscar Scottón, e incluso, tuvo la deferencia de conducir el programa-debut, una fría noche de 2002.
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