Este es sólo uno de los 40 capítulos de "Excursionistas y yo". El libro completo podés leerlo y descargarlo gratuitamente con sólo clickear sobre la tapa, arriba y a la derecha de este blog. Foto: Adrián Bollici
Excursio...
A Walter Cataldo, llegado en el tramo final del torneo de la B, le fue ratificada la confianza y continuó al frente de un plantel que se renovó ampliamente. Sólo permanecieron en el CAE luego del descenso, Montenegro, Yanzi, Galeano y el arquero Iriarte, más allá de los jugadores del club. Entretanto, estos fueron los nuevos fichajes: Arancibia (Sacachispas), Coassini (Acassuso), Codispoti y Quiroz (Colegiales), Kissner (San Telmo), Miguel López (Racing de Olavarría), Maraia (Cambaceres), Nicolás Medina (Independiente Rivadavia), Pastor (Midland), Schönfeld (Nueva Chicago), Valenti (Argentino de Quilmes) y el arquero Monzón (Armenio). También volvieron Parentini (Midland), Canuto (Douglas Haig) y el arquero Argüello (Liniers), que ya habían jugado en el club en torneos anteriores. Para la segunda rueda se sumaron Arias (Argentino de Quilmes) y Jonathan Benítez (Ituzaingó).
La legión de refuerzos no arrojó resultados positivos. Cataldo dejó el equipo ya en la tercera fecha, habiendo sacado sólo un punto. A su sucesor, Guillermo De Lucca no le fue mejor: sólo dirigió cinco partidos, período en el cual el Verde ganó uno (4 a 0 a San Martín en su debut) y perdió los cuatro siguientes. Cristian Kolisek, DT de la tercera, tuvo un interinato de un partido, que precedió al arribo de Jorge Franzoni, que sería el entrenador con mayor permanencia en esta temporada: dirigió 22 partidos, aunque tampoco llegó al final del certamen. El Pato ganó 6, empató 5 y perdió 11, los tres últimos, en forma consecutiva. Y luego de otro interinato de un partido de Kolisek, asumió Tomás Arrotea Molina, que se sentó en el banco las últimas seis jornadas, ganando tres y cayendo en las otras tres.
El balance final fue un antepenúltimo puesto, conformado por 38 puntos en la misma cantidad de fechas. Defensores Unidos se consagró campeón y el octogonal por el segundo ascenso se lo llevó J. J. Urquiza, que en la final venció a Argentino de Quilmes, a través de ejecuciones desde el punto penal. Pese al bajo puntaje en la tabla general, Excursionistas no tuvo dificultades con el promedio. Cambaceres, que ocupó el último puesto en esta tabla, descendió a Primera D.
Y yo...
En septiembre de 2017 comenzó el campeonato de Primera C. A mediados de 2016, había empezado a escribir un nuevo libro, esta vez, sin ninguna vinculación a lo futbolístico. Un libro de testimonios de judíos que creyeron en Jesús, así como yo y como Marcelo Sztern, el coautor de este proyecto, a quien por casualidad -aunque hay casualidades que más bien parecen "causalidades", como en este caso- había conocido unos años atrás. Marcelo acababa de recibirse de Licenciado en Periodismo y encaramos juntos este proyecto, en el cual, estarían además nuestros propios testimonios.
Dije que no tenía nada que ver con lo futbolístico. No obstante, un par de extrañas coincidencias ligaron a este proyecto con el CAE. Para la primera entrevista que hicimos, debimos ir a la casa de un hombre llamado José Abadi, que vivía en un departamento de Echeverría entre Migueletes y Miñones. Tantas veces había caminado por allí en circunstancias muy diferentes. ¿Cómo imaginar que volvería a este rincón tan tradicional del Bajo Belgrano, pero con un objetivo impensado poco tiempo atrás?
Unos meses después, para la misma obra, entrevisté a Guillermo Sedaca, un hombre al que, al igual que Abadi, había llegado por referencias de otros conocidos que me habían facilitado su número telefónico. Sedaca aceptó dar su testimonio y para hacer la nota, nos reunimos en la casa de su madre, una señora de más de noventa años que vivía en Colegiales.
Guillermo me contó su historia. Un tema fue llevando al otro, hasta que imprevistamente, salió a la luz una asombrosa coincidencia: simpatizaba por Excursionistas y en su adolescencia, había sido socio del club, como su padre David. Por aquella época -décadas del Cincuenta/Sesenta- los Sedaca vivían en una casa de Echeverría al 1400, entre Migueletes y Libertador (a una cuadra del actual domicilio de Abadi). Sin dudas, una linda casualidad, que ambos estuvimos muy complacidos en descubrir.
Dos años después salió publicado el libro "Completos en el nombre de Yeshúa". Yeshúa es Jesús en su idioma original, el hebreo. ¿Por qué Completos? Porque no se trata de un cambio de religión. No dejamos de ser judíos por reconocer que el Mesías que espera el pueblo de Israel es Jesús, que nació como judío, en un hogar judío. Y hasta la mayoría de los apóstoles eran judíos.
En las páginas del libro se explica de esta manera el motivo del nombre Completos: "Por la razón de que la fe en Dios ya estaba presente, y el hecho de haber aceptado al Mashíaj o Mesías que esperaba el pueblo de Israel, es el elemento que faltaba para que esa fe ahora sí sea completa. Entre los doce testimonios que integran este libro, incluimos el de los dos autores. En su mayoría, son relatos originados a partir de fuertes experiencias personales. Testimonios de judíos que, cada uno por diferentes motivos, no permanecieron sujetos al mandato ancestral y en cambio se animaron a buscar por sí mismos, a menudo, desafiando incomprensión de seres queridos y miedos propios. Cuando estas personas -nos incluimos-, desecharon los prejuicios y se atrevieron a recurrir a Yeshúa, hallaron la ayuda anhelada y su vida rápidamente cambió para bien. En lo personal, encontré el socorro de Jesús de un modo tan sorprendente que a partir de aquel día, no pude dejar de oír su llamado para seguirlo cada día de mi vida".
Un dato de color
La impresionante trayectoria de Jorge Franzoni en el ascenso incluyó casi cuarenta años, sumando campeonatos como jugador y técnico. En este lapso en numerosas oportunidades le tocó ser rival de Excursionistas. Con los pantalones cortos, se convirtió en un implacable goleador, totalizando nada menos que diez goles a nuestros arqueros, con las camisetas de Deportivo Español, Talleres, el CADU e Ituzaingó.
Cuando se puso el buzo de técnico, volvió a cruzarse al mando de diversos equipos: el CADU, Lamadrid, Barracas C., Laferrere, Español y San Telmo. Fueron nada menos que 25 veces las que enfrentó a Excursionistas, también con una marca bastante desfavorable para el Verde, que sólo ganó 5 partidos, mientras perdió 14 y empataron 6 veces. La derrota más dura que padeció Excursio a manos de un adversario dirigido por el Pato, fue un 2-6 con Lamadrid, en Pampa y Miñones, en la temporada 2002/03. Por su parte, las 5 veces que logró ganar, el Verde lo hizo sólo por un gol de diferencia.
Hasta que un día llegó el turno de sentarse en el banco del CAE... Fue el técnico que más partidos dirigió a Excursionistas en esta temporada esquiva. Así y todo, se dio la curiosidad de que dirigió menos veces a favor (22), de lo que lo había hecho en contra. El Pato sacó el 34,85 por ciento de los puntos en juego en este 2017/2018.
Estos números contrastan con una exitosa trayectoria como futbolista y entrenador, considerando, por ejemplo, sus ascensos. En la primera función subió de categoría con Español (1979), Talleres (1983, venció a Excursionistas en la final del octogonal), CADU (1987/88, venció a Excursionistas en semifinales), Ituzaingó (1988/89, volvió a ganarle al Verde en la final) y Berazategui (1989/90). Luego, hizo lo propio con Lamadrid (1997/98 y 2010/2011), Español (2013/14) y San Telmo (2015). En todos los casos, de Primera C a Primera B. Y se le podría agregar, otro ascenso de la D a la C con el CADU: pese a haber perdido la semifinal del reducido con Barracas C., los de Zárate subieron igual por una reestructuración, ya que se necesitaban cubrir plazas en Primera C.
Y una anécdota personal
Los dos cotejos con Berazategui tuvieron al mismo DT en el banco contrario: Guillermo Szeszurak. Este hecho, sirve para establecer el vínculo con una anécdota acontecida unos 25 años antes, en Forianópolis. Corría enero de 1993 cuando viaje a estas playas brasileñas con otros tres muchachos, entre los cuales estaba Damián Olschansky/Rojo, compañero en el Círculo de Periodistas Deportivos.
En una de nuestras caminatas por los senderos costeros, a unos diez metros de distancia divisé la inconfundible figura del Búfalo, por entonces, uno de los delanteros del equipo que dirigía técnicamente Pablo Centrone.
Lo llamé, vino a saludarme y conversamos un rato. Según lo que yo sabía, el plantel albiverde estaba regresando a las prácticas en esos días, por lo que me llamó la atención que él estuviera en Brasil. Me respondió, lamentándose, con esta frase (o parecida): "Uy, sí… Pablo me va a matar". Y comentó que había tenido problemas para conseguir pasaje de regreso. Szeszurak era un joven que iniciaba su carrera. ¿Quién diría que con el tiempo, se transformaría en el conductor de grupo que llevaría a Excursionistas y a otros clubes a la máxima expresión de júbilo?
Ignoro si fue por esta u otras razones, pero la cuestión es que Guillermo no volvió más a la primera de Excursionistas bajo la dirección de Centrone. Ni en lo que faltaba de este torneo ni en el próximo. Recién reapareció el 5 de octubre de 1993 (2-0 a Argentino de Merlo, con un gol de Guillermo), cuando el mencionado entrenador ya se había ido, y el plantel era conducido por Darío Espósito. Tras esta reaparición, nunca más se ausentó de la titularidad, con excepción de la última fecha, que coincidió con la vuelta olímpica ante Liniers. El Búfalo quedó al margen por acumulación de tarjetas amarillas, lo que no impidió que fuera una de las piezas más importantes del equipo que subió de categoría, y su máximo goleador, con diez gritos.
Dentro de la misma escena hay otra anécdota: uno de los que muchachos que viajaron a Brasil con nosotros, era un hincha de Racing, amigo de Damián, de nombre Marcelo, que se volvería muy popular en su institución por haber sumado años y años sin faltar a un solo partido de la Academia, ni siquiera internacionalmente. Estoy casi seguro, de que Marcelo y Guillermo -otro ferviente racinguista- no se conocían todavía cuando nos encontramos casualmente en Florianópolis.
Para mi sorpresa, en 2015, me enteré que ambos habían forjado una gran amistad, originada en la tribuna de Racing. Quizás cuando ambos lean estas líneas, se enterarán de que en realidad, mucho antes de haberse "conocido", se habían cruzado fugazmente en aquellas vacaciones en Brasil.
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