Este es sólo uno de los 40 capítulos de "Excursionistas y yo". El libro completo podés leerlo y descargarlo gratuitamente con sólo clickear sobre la tapa, arriba y a la derecha de este blog. Foto: canuelasfutbolclub.blogspot.com.
Excursio...
La novedad de la temporada fue el regreso al viejo formato de año calendario, cuando desde 1985, los torneos de ascenso no se disputaban de esa manera. Treinta años después, volvía a ponerse en práctica el sistema, pero la resolución sería efímera, pues para 2016, la AFA nuevamente haría modificaciones.
Excursionistas estrenó técnico. Cumplido el ciclo Cataldo, la dirigencia contrató a Fabián Frías, aquel que fuera arquero en el ascenso de 1993/1994. La base del plantel 2014 se mantuvo, con excepción de algunas desvinculaciones, el caso de Moreyra, Luna, Bogado, Pogonza, Máximo Rodríguez y Jonathan Torres. En el rubro refuerzos, firmaron: Gorosito (Talleres), Vivanco (Juventud Unida), Viqueira (Riestra) y Parentini (Fénix), los dos últimos, retornando al CAE, donde ya habían jugado con anterioridad.
Frías dirigió los primeros doce partidos. De las cuatro primeras fechas el Verde ganó tres, pero no consiguió sostener la buena campaña y el técnico llegó hasta los primeros días de mayo, tras una derrota por 1 a 0 ante Central Córdoba, en Pampa y Miñones. Vilas Boas condujo interinamente al equipo por una jornada, asumiendo a continuación Guillermo Szeszurak, que así concretaba su vuelta al club, en esta oportunidad, en la función técnica.
Excursionistas prosiguió con su marcha irregular en el resto del campeonato. El epílogo, lo encontró en el decimotercer lugar de la tabla general, con 48 puntos, mientras el campeón, San Telmo, sumó 70. Talleres, Laferrere, Central Córdoba y Dock Sud clasificaron para el cuadrangular por el segundo ascenso, que obtuvo Talleres al vencer a los rosarinos.
En 2015, Excursionistas también tuvo su última actuación en la Copa Argentina. A fines de 2014, en la primera fase, el equipo de Cataldo había marginado a Muñiz. En 2015, ya con Frías como DT, hizo lo propio con San Miguel (empataron 0 a 0 en Barracas Central y el Verde se impuso desde los doce pasos) pero no consiguió eliminar a Acassuso, con el que igualó con idéntico marcador en Platense y perdió a la hora de la ejecución definitoria.
Y yo...
Romina siempre había sido de la idea de casarse. Si bien no me insistía constantemente, yo sabía que para ella establecer un vínculo formal era muy importante. Por mi parte, cada vez que aparecía el tema, pateaba la pelota afuera. "¿De qué sirve un papel? Si ya es como si estuviéramos casados", era mi respuesta favorita. A ella, por supuesto, el argumento nunca la convenció.
Una noche, creo que de 2014, inesperadamente, salió de mi mismo la propuesta. No hubo secuencias propias de una película ni pomposos escenarios de fondo, como noches en la playa a la luz de la luna, o cenas románticas con entrega de alianzas matrimoniales. Sencillamente, un día, cuando las nenas ya dormían y nosotros terminábamos de ver una película en la PC, el tema volvió a salir a la luz y yo mismo encontré el remate, haciendo la proposición de casarnos. Entre contenta y sorprendida, aceptó. Enseguida consensuamos una fecha tentativa: mediados de 2015. Sin embargo, en diciembre de 2014 se me ocurrió adelantarla para enero, vislumbrando que por el receso veraniego, el trámite sería menos engorroso. Es que tanto las actividades de ella como las mías, mermaban mucho en este mes. A esto se le sumaba que tampoco habría clases y que en Buenos Aires, el vértigo general suele disminuir durante las vacaciones.
En espacio de pocos días, concretamos todos los detalles. En el registro civil de Cabildo al 3000, nos dieron fecha para el 5 de enero. En base a esto, armamos el resto: exámenes médicos prenupciales en el Hospital Pirovano, aviso a familiares, amigos y testigos, confección de lista de invitados, compra de anillos, ropa, fiesta… El festejo fue luego del civil: almuerzo con los más íntimos en un salón del coqueto barrio Parque Cornelio Saavedra. En lo personal, estos días resultaron más emotivos aún, porque desde Río Negro vinieron mi tía Inés y mi sobrina Débora, a quienes no veía desde el verano anterior. La celebración siguió a la noche: fuimos a comer a la Costanera, ellas dos, mi papá Alfredo y nosotros cuatro. ¿Si cenamos en un lujoso restaurante? No, algo mucho mejor: preparamos sándwiches y empanadas, y comimos a la orilla del río.
Emociones al margen, me quedó la satisfacción del deber cumplido, habiendo puesto los papeles en regla, y con nuestras hijas como testigos del acontecimiento. En síntesis -más allá de lo agotadora- una hermosa experiencia.
Un dato de color
Entre los jugadores de raza negra que Excursionistas tuvo a lo largo de su historia, está Félix Orode. Por el Bajo Belgrano habían pasado el uruguayo Maurilio Alvez de Souza (1966-67 y 69-70), el colombiano Luis Marines (1998-99), el angoleño Hugo Da Silva (1999-2000) y el colombiano Geovanny Rodríguez Angulo (2003-04).
En la temporada 2011/12 arribó el nigeriano Orode. Tenía 21 años y ya había jugado en equipos de su país, el Leida de España, San Lorenzo, Nueva Chicago y la CAI de Comodoro Rivadavia. Ese torneo (2011/12) jugó 16 partidos y metió un gol. Luego anduvo por Luján, Comunicaciones y el fútbol peruano (un club llamado Walter Ormeño), recalando en Pampa y Miñones otra vez en 2014. Volvió a disputar 16 partidos, metió tres goles y los expulsaron dos veces. Se quedó para esta nueva temporada, la 2015, donde, curiosamente, también estuvo presente en 16 ocasiones, y marcó un gol. Fue su última actuación en el club. El nigeriano, siguió engrosando su ya dilatada trayectoria en Sportivo Barracas, para hacer su última parada -hasta aquí- en Defensores de Pronunciamiento de Entre Ríos, que militaba en el Federal A.
En 2018 Nigeria participó de la Copa del Mundo y Orode, que ya jugaba en Entre Ríos, estuvo en carpeta para integrar el plantel. Incluso, se contactaron con él desde el cuerpo técnico de la selección africana, aunque finalmente, no se dio. En su país había debutado en la primera del Mighty Jets FC, con sólo 14 años. Pasó después por el Sharks FC y además jugó en el Sub 20 nacional. A la Argentina llegó en 2009 y contratado por San Lorenzo, disputó un partido oficial. Luego, su apellido quedó asociado al ascenso de nuestro país.
En 2016/2017 vendría otro jugador de raza negra, el colombiano Jhon Arboleda Valencia.
Y una anécdota personal
En los campeonatos 2014 y 2015, jugó para Excursionistas un delantero llamado Marcos Doracio. Entre ambos torneos totalizó 24 partidos y marcó tres goles. Había llegado de Luján, habiendo actuado anteriormente en Talleres, Sacachispas y Liniers.
Cuatro años después de su ida del club, un domingo por la tarde, fui a pasear con mi familia a la zona de Recoleta. Ya entrada la noche, regresábamos a casa en un colectivo de la Línea 67, que nos dejaría en Cabildo y Federico Lacroze. Mientras viajábamos, deposité mi atención en el chofer del vehículo y por una serie de deducciones que hice, creí estar en la pista correcta: se trataba de un ex jugador de Excursionistas, aunque sinceramente, en un primer momento no logré identificarlo. El asunto acaparó mi atención en buena parte de la travesía, hasta que llegó el momento de bajar. No podía quedarme con la duda. De modo que instantes antes de que el 67 arribara a la parada, me acerqué al asiento delantero y le pregunté al conductor si había jugado en el CAE. Su respuesta fue positiva. Me quedaba pendiente la segunda parte del interrogante. ¿Quién era? Para saberlo, era preciso que directamente lo consultara por su apellido. También se lo pregunté. Entre sorprendido y sonriente, me contestó: "Doracio". Le dije que yo era hincha de Excursionistas, dándole a entender que por eso lo había reconocido, comentario que respondió con un gesto de agrado… Y no hubo tiempo para más, sólo para un saludo de despedida, pues enseguida el colectivo frenó en la parada señalada.
En la caminata hacia nuestro hogar, mi mujer y las nenas, que no fueron testigos de la charla, quisieron saber qué era lo que había hablado con el chofer, ya que no pude decirles nada durante el trayecto. Les comenté, entonces, exactamente lo ocurrido. Ellas tampoco, creo, pudieron evitar la sorpresa.
Después de su paso por el club, Doracio jugó en Almirante Brown y Sacachispas, ambos en la B Metropolitana. La 2017/2018 fue su última temporada en el fútbol de AFA.
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