EDUCADOS PARA ACUMULAR
No hemos sido educados para dar sino para acumular, para obtener más “para mí”. En las noticias abundan los consejos para ganar más dinero; en cambio, poco o nada dicen de cómo repartirlo. Esta es una sencilla de muestra de cómo se maneja esta sociedad. Los medios de comunicación actúan sobre nosotros y sobre quienes nos instruyen en el hogar y en la escuela… Entonces, es lógico que nos adaptemos a ese modelo e incorporemos el egoísmo que domina al mundo, como si fuera algo normal.
Sin embargo, este no es el modelo de nuestro Creador. Él bendice a quienes se preocupan por el prójimo, no a los que guardan para sí mismos. Desde luego, no se trata de regalar todo lo que tenemos, eso tampoco es lo que el Señor pretende. Pero sí el hecho de que seamos generosos, de que compartamos nuestros bienes. Por un bien, no se entiende sólo “dinero”, sino más cosas, como conocimientos, habilidades. El tiempo, por ejemplo, es un bien invalorable. Y nos cuesta mucho darlo…
Cuando Yeshúa (Jesús) estuvo en la tierra dijo que Él no vino a ser servido sino a servir “y para dar Su vida en rescate de muchos” (Mateo 20:28). De hecho, es lo que hizo, entregándose a la muerte para salvarnos de la condenación. Intentemos imitar el modelo de servicio que el dueño del Universo ideó para nosotros, no el de un sistema que lo ignora y va en el sentido contrario. Con entregar un poquito de nuestro valioso tiempo cuando nos lo piden (o mejor todavía, sin necesidad de que nos lo pidan), ya estaremos dando un paso muy importante.
Un sustento bíblico:
Entonces Yeshúa (Jesús) se sentó, llamó a los doce y les dijo: —Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. Marcos 9:35.
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