FÚTBOL, MÚSICA Y ENTRETENIMIENTO
Hay fábricas e industrias, que aunque no están en un lugar físico específico, tienen mucho poder y ejercen una gran influencia entre la gente. Hay una en particular, a la que podemos identificar como la industria de la diversión o del entretenimiento. Suele operar de muchísimas formas diferentes: campeonatos de fútbol, bandas y solistas musicales, películas y series de TV, videojuegos… Estos son sólo ejemplos del enorme alcance que tienen. En función de la voracidad de la gente por consumir sus productos, esta industria se transformó en un imperio que gana fortunas impresionantes, y para no dejar de hacerlo, debe continuar seduciendo constantemente, para que el interés del público nunca decaiga.
No es malo que nos guste un cantante, un club de fútbol o jugar a la play. El problema, son los excesos. Y para alguien que se ha sentido atraído por la industria del divertimento, no será tan fácil darse cuenta de que en determinado momento puede cruzar una línea y quedar atrapado en la peligrosa red que lo mantenga apartado de las cosas más importantes, como la familia, el estudio, el trabajo… Y también de nuestro Señor, que juzga como idolatría todo lo que en la escala de valores esté por encima de Él. Mientras tanto, el objetivo del diablo, es justamente ese: que el mundo se aleje de Dios. Por eso, esta poderosa industria le sirve de gran utilidad en su lucha contra el Eterno.
No nos aislemos del mundo, pero tratemos de estar atentos a lo que vemos por televisión, internet, etc. También, por supuesto, al tiempo que le dedicamos. Y si en algún momento nos sentimos confundidos al no saber dónde está ese límite, acudamos a Dios en oración, para que nos ayude a despejar la duda.
Un sustento bíblico:
Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman. Santiago 1:12.
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